Antes de entrenar, su mente va a dudar,
mil excusas surgirán, no se dejarán engañar.
"Está muy temprano," dirá la tentación,
"Estoy cansada," susurrará la indecisión.
"Hoy no es mi día," escucharán sin cesar,
pero ustedes, guerreras, no se van a dejar.
Recuerden siempre este lema sin vacilación,
*¡practiquen ganar esa negociación* y verán la transformación!
Cuando la mente quiera rendirse y descansar,
ustedes le dirán "¡No, es hora de avanzar!"
Con cada paso, con cada gota de sudor,
más fuertes serán, llenas de vigor.
La fuerza no se mide solo en músculo y poder,
sino en el valor de nunca retroceder.
Enfrenten cada reto con la frente en alto,
porque cada caída es solo un salto.
Piensen en sus metas, en lo que quieren lograr,
en la satisfacción de nunca dejar de luchar.
Con cada movimiento, con cada respiración,
se acercan más a su propia superación.
Podemos, con esfuerzo y dedicación,
el camino al éxito será nuestra única dirección.
No están solas en esta travesía sin par,
como un equipo, siempre vamos a luchar.
Así que levántense, llenas de determinación,
porque hoy empieza una nueva misión.
¡Entrenen con ganas, con pasión y convicción,
y verán que el éxito es solo cuestión de acción!
Cuando termine el día y miren hacia atrás,
verán cuánto han avanzado, cuánto más podrán.
Cada mañana es una nueva oportunidad,
para ser la mejor versión de su realidad.
¡A darle con todo, con energía y con fe,
porque ustedes mujeres, no hay nada que no se pueda hacer!
Les dedico palabras a todas ustedes mujeres maravillosas.